diciembre 18, 2009

Sin título, por tercera vez, creo

Una vez más me faltaron huevos.

Ahora estoy bebiendo.

El león ruge, raspa mi garganta y me hace querer vomitar. Pero, antes de eso, me lleva en su lomo hacia algún lugar al que nunca llegamos. Platico con él, le cuento mis penas, me responde provocando mareos. Le cuento, con vergüenza, que mi lengua se paralizó hace unas horas, que de mi boca no pudo salir palabra alguna. Comparto mi miedo con él, mi miedo a lo desconocido, a lo potencialmente agradable, mi miedo a desarrollar sentimientos hacia alguien, mi miedo al rechazo.

No sabe hablar, me he cansado de enseñarle, pero no aprende. Me engaña, se hace pasar por animal domesticado cuando no lo es. No me engaña, pues estoy consciente de su salvajismo. Más bien ambos jugamos al engaño, él mintiéndome y yo creyendo, yo bebiéndomelo y él dejándose beber.

"ka-booom-boom!!!!", grita Billy Corgan, en medio de guitarras distorsionadas, distorsionadas como la realidad que alcanzo montado en el león. El grito incita a pararse y moler a codazos a mis miedos, haciendo slam. No lo hago, prefiero seguir montado en el León, recordando lo que nunca pasó, recordando el beso que nunca le dí, recordando las palabras que no dije, recordando el goce que nunca sentí después de haberle dicho lo que siento, después de haberle dicho que la quiero, que no quiero que se vaya.

Una vez más me faltaron huevos.

Para Yas (¿Jazz?).

octubre 27, 2009

Real de Catorce

Desde "Pago mi renta con un poco de Blues", "Mujer sucia", "Mujer liviana", "El lobo", hasta "Dramas para piano y violín", "El suicidio del cisne" y "Patios de Cristal", Real de Catorce nos ha dado grandes canciones. Si alguien se detiene a leer este blog le recomiendo ampliamente escuchar a esta gran banda.

Ya se me ocurrirá algo más para escribir.
Lola, no olvido nuestras letras compartidas, ya pronto escribiré mi parte, lo prometo.

¡Qué buenos juegos había para el SNes! Mis favoritos (no están ordenados de más favorito a menos favorito, nomás están en el orden en el que me acuerdo de ellos):
- The Illusion of Gaia
- Zelda III. A link to the past.
- Super Mario RPG
- Super Mario World
- Mortal Kombat III
- Tales of Phantasia (el Tales of Shymphonia, para Game cube, también está muy muy chido)
- Street Fighter Alpha 2
- Super Metroid (lo he terminado con el 100%, con el 28% (cuesta un huevo y la mitad del otro) y en menos de tres horas)

Mi SNes cada vez sirve menos, ya está muriendo y las memorias de mis cartuchos están amnésicas, pero aún así el Super Nintendo ha sido la mejor consola de todos los tiempos. Los de Sony deberían echarle un ojo a los controles del SNes, para que dejen de hacer esos controles todos feos que me sacan ampollas.

"Y vienes al hotel a darme una transfusión de alcohol y carne./Y vienes, te vienes y vas."

octubre 19, 2009

Otra vez, sin título

Cuando entré a la facultad, en primer semestre, me hice amigo de Luis, un tipo sumamente inteligente y extraño. Algún día lo escuché participar en alguna clase y me llamó la atención. Nos hablamos, nos estimamos y nos reímos juntos muchas veces. Él dejó de ir a clases a medio semestre, pensé que nunca más lo volvería a ver. Cuando entré a segundo lo volví a encontrar, asistía a sus clases como si nunca hubiera dejado de hacerlo. Después de dos o tres semanas volvió a irse, esta vez para siempre.

Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que hablé con él (o él conmigo), ya nunca supe si podríamos sobrevivir a una amenaza zombie, ni si alguna vez podría complir su ideal de dejar de comer, al estilo Novela-de-Auster. No sé muchas cosas, ni siquiera si sigue vivo.

Todos los ejércitos buscan reclutar gente en sus filas. Mi ejército de una sola persona lo había reclutado para que pudiéramos pelear juntos, sin saber contra qué. Mi ejército, como cualquier otro, es injusto, cree que su batalla es la única que es justa, que no daña a nadie, cree que necesariamente debe pelear. Mi ejército es igual de pendejo que cualquier otro, se excusa en posturas desgastadas que claman paz para cometer los actos más atroces. Mi ejército gusta de juzgar a los demás, reprobando sus posturas, sabiendo que él mismo las tiene.

Luis ni siquiera murió en batalla, se retiró, abandonando a los demás (a mí). Otra vez estoy solo, peleando por la causa injusta, contra el mundo, cansado de sostener un ideal que no lo es.

Desde la secundaria, después de leer 1984, sabía que no quería vivir como ellos, no-pensando. Me empeñé en resistir, citando a Orwell y a su novela como se cita a Dios y la Biblia. Ahora me doy cuenta de la insensatez de mi resistencia, ahora que ya no recuerdo la novela, ahora que sólo repito algunos fragmentos muertos. La lucha ha perdido sentido, el culpable soy yo.

¡Qué difícil es, después de llenar de minas al mundo, caminar en él, intentando esquivarlas! Las minas ni siquiera fueron puestas con buenas razones, no. Las puse al calor del prejuicio, con la mente completamente cerrada, poniendo a todo el mundo en categorías para después despreciarlas todas, sin darme cuenta de que, irremediablemente, yo estoy inmerso en muchas de ellas. Me doy cuenta, ahora, de que mi consigna ha sido odiar a todo el mundo por no ser como yo, pero ¿cómo soy yo? como todo el mundo. Me odio por odiar a todos, por sentirme superior sin ninguna razón, me odio por odiarme.

septiembre 20, 2009

Eras tú o era el sol...

... o ese rayo que emanó de ti.

El viernes pasado, en el metro balderas, un fanático religioso estaba rayando una pared. Un policía se acercó hasta él y le dijo que dejara de hacerlo, el fanático sacó una pistola calibre 38 y lo mató. Después un albañil, padre de cinco hijos, se abalanzó sobre el tipo con la pistola e intentó quitársela. También murió a manos del fanático religioso.

¿De dónde viene la fuerza que hace que una persona, con una pistola que sólo puede cargar 6 balas, pueda mantener a raya a mil personas dentro de un metro? De la pistola seguramente no, pues es imposible que 6 balas puedan siquiera herir a todas esas personas. El poder del tipo aquél viene de la indiferencia, esa que todos mostramos hacia los demás.

En fin, a hacer tarea y dejar de pensar en las cosas que acontecen en este mundo.

septiembre 17, 2009

Red Bull

El Red Bull no me gusta. Sabe bien, pero los efectos que provoca en mi cuerpo no están chidos.

Pero bueno, entrando en materia, hoy fui a la escuela, a la FFyL a tomar clase de Filosofía Política, de Historia de la Filosofía y de Metalógica. La próxima clase de Filosofía Política versará sobre John Locke, ya quiero que veamos a Jack, a Kate y a Sayid.

"Dios es aquello de lo cual nada más grande puede ser pensado", eso dice San Anselmo (persigno). La definición es infranqueable; necesariamente debe exisitir aquello de lo cual nada más grande puede ser pensado, luego, necesariamente, existe Dios.

Fe de erratas: El nombre correcto (¿correcto? ¿tiene un nombre que sea incorrecto?) del filósofo es Picco de la Mirandolla, el del post de abajo.

Estuve escuchando el Californication de los RHCP, recordé aquel tiempo de la primaria, iba en quinto, creo, en el que "otherside" estaba de moda. También recordé a la primer mujer (niña) de la que puedo predicar que me gustaba, se llamaba (espero que se siga llamando) Luz Alejandra (omitiré sus apellidos, no sé exactamente porqué). Las únicas dos cosas de las que platiqué con ella fueron Robin Hood (in da hood, broda gangsta), el primer libro que me regaló Rodrigo, mi hermano y que, a pesar de ser pequeño y tener muchos dibujitos (el libro), nunca terminé de leer, y de la rola de los RHCP, que creo que no le gustaba a ella, le gustaba a su hermano, que es mayor. Pero bueno, los recuerdos que tengo de mi primaria son muy vagos (les gusta pasear), tal vez platicamos de más cosas, pero no lo recuerdo. Luz no era (espero que ahora si) guapa (también espero que, si es que alguna vez ella lee esto, no se enoje), pero tenía ese algo que llama la atención, por lo menos eso me parecía cuando iba en la primaria.

Hace algún tiempo el Californication también estuvo ligado a otro acontecimiento. Conocí a una mujer muy chida, con la que podía platicar muy a gusto, guapa, inteligente e impredecible (si, impredecible, la bella arma de dos filos). A ella también le gustaba el disco, lo escuchamos un par de veces, creo.

Ahora, cuando escucho el disco rojo ese, puedo percibir el olor a monja-viejita-en-pleno-proceso-de-putrefacción que llenaba los salones de clase de mi primaria (a veces también olía a sudor-de-niño-puberto, pero nomás cuando nos tocaba educación física y algún niño puberto no se echaba desodorante (no lo culpo, ¿quién podría saber que en quinto de primaria ya empezaría a oler feo el sudor?)). Y, acompañando a ese olor, tamibién percibo la sensación de tener saliva que no es mía en la boca, seguida del olor ese extraño que se queda en la comisura de los labios cuando la saliva extraña se seca (no mucha, claro está).

El "Colegio" al que fui desde el kinder (cuando nomás había primero y segundo, creo que al segundo también se le llamaba "pre-primaria". Ahora, apenas la futura mamá se entera que está embarazada, se mete a una escuela para que empiecen a maleducar al hijo nonato) hasta la secundaria, el famoso (en mi pueblo, Tulancingo) "Colegio Pedro de Gante" era un colegio religioso, lo que sea que quiera significar eso. En la escuela esa, sede del Opus Dei, todos los días se nos obligaba a rezar, en la mañana para agradecer el inicio de un nuevo día (supongo); en la tarde, al final de la última clase, para agradecer que las infinitamente tortuosas horas de clase habían terminado (estoy seguro).

La verdad es que en la primaria me la pasaba a gusto. Era el niño que siempre sacaba 10 y que tenía buenos modales, que nunca cuestionaba nada y que observaba una conducta impecable. Fue así hasta que descubrí que algo olía mal (no precisamente las monjas ni los compañeros) y empecé a cuestionar la forma de proceder de la institución. En ese momento todo se volteó patasarriba: la directora (la madre Esther, Esther-il, para los cuates) ya no me veía con ojos de alegría, su semblante iba cambiando hasta convertirse en el de alguien que es decepcionado por un chamaco como de 8 años; la maestra (no miss ni profa, esas palabras todavía no se inventaban) desgarraba mi uniforme (pantalón y zapatos negros, camisa blanca y sueter y chaleco color vino) con sus ojos de láser, dejándome desnudo para que los demás niños se burlaran de mí y descalificaran mis comentarios. Lo más difícil del proceso fue, definitivamente, cargar con el peso que mi fama de niño bueno me había creado. Un tipo que alguna vez conocí y que estudiaba psicología me contó que uno de sus profesores decía: "agradezco que existan escuelas religiosas, son las que me dan pacientes", cuánta razón tiene.

"...Lola entonces, con la respiración contenida por una gran pared de abstinencia, exhala todo su ser, en un orgasmo. Y moja mis huesos, mis muebles, mi perro viejo atónito, mis poemas..." José Cruz. Real de Catorce.

agosto 17, 2009

Hurgando

Hurgando entre un montón de papeles que estaban en mi cuarto encontré dos hojas rotas, tristes. Una era el borrador de mi primer carta sincera, palpitante, roja y estúpida; la otra, una hoja en blanco en la que siempre quise poder retener el beso que respondía a mi primer carta, pero que, en cambio, estaba tiesa y arrugada por las miles de lágrimas que alguna vez derramé sobre ella. Volteé el colchón de mi cama y me sorprendí al ver una mancha que pensaba extinta por el paso del tiempo, una mancha roja, ahora roja oscura, cubierta por un poco de olvido y otro de tristeza, de añoranza. Entre las costuras del colchón quedaron atrapados un par de espasmos, 6 o 7 colillas de cigarro y el final de Farhenheit 451. En el cenicero de cristal, ya opaco, había boletos de metro quemados, cuatro semillas de marihuana, una G rota y otra G, más rota aún.

Caminé hacia el librero, y la duda metódica de Descartes se escapó de la primera meditación para volver a atormentar mi cerebro, como lo había hecho hace unos cuatro meses. "No importa si no estás seguro de tener algún tipo de conocimiento", replicó Marx, "lo que importa realmente es la lucha de clases".

Dos lavadoras me vieron feo cuando cruzaba el patio para ir a la calle. Un perro me olió y me siguió un buen tramo, luego empezó a coger con una perra. Dos asaltantes (negros) me ofrecieron comida y un churro. Una monja me ofreció leche materna, directo del envase.

Llegué a la Unam, me subí en el dragón azul de la ruta 5 hasta llegar a la facultad de Filosofía (sí, con mayúscula), entré a la clase de Ontología (por supuesto, con mayúscula) para escuchar la explicación de por qué hasta Dios (mayúsculo), según Picco de la Mandella, nos tiene envidia (a los seres humanos).


"Jai, can ai com in?"
"Yes"
"tenc yu"

Se acabó la clase de inglés.

Tomé alcohol con Carlo, fumamos muchos cigarros y, con la intimidad que sólo una cortina de humo de tabaco puede ofrecer, discurrimos acerca de cómo es que los ángeles pueden aprehender (no pudimos reprimir los grandes esfuerzos de Descartes por salir de nuevo).

La hamburguesota con corona nos dió de comer (recordamos a Kundera, sin poder evitar una sonrisa). Lo dejé en el pesero que lleva a metro cu y regresé a mi cueva.

Ahora estoy escribiendo esto, y ahora también.

julio 17, 2009

Garrik

Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra—
el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el mas gracioso de la tierra
y el más feliz...»
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro —le dijo—, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».

—Viajad y os distraeréis.
— ¡Tanto he viajado!
—Las lecturas buscad.
—¡Tanto he leído!
—Que os ame una mujer.
—¡Si soy amado!
—¡Un título adquirid!
—¡Noble he nacido!

—¿Pobre seréis quizá?
—Tengo riquezas
—¿De lisonjas gustáis?
—¡Tantas escucho!
—¿Que tenéis de familia?
—Mis tristezas
—¿Vais a los cementerios?
—Mucho... mucho...

—¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
—Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

—Me deja —agrega el médico— perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.

—¿A Garrik?
—Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.

—¿Y a mí, me hará reír?
—¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
—Así —dijo el enfermo— no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.

Juan de Dios Peza


Siempre tengo una mueca que simula ser una sonrisa, te hace sentir mejor, lo sé; de noche me come la angustia, es demasiado pesado ser Garrik. Me gusta hacerte sentir bien, aunque sea a un precio alto.

julio 01, 2009

El viaje

Veía la flama doble, pues hacía bizco debido a que el encendedor estaba muy cerca de su rostro. Inhaló con toda su fuerza, sintió su garganta caliente, casi incendiada por querer ser un dragón invertido. La punta de la flama que alcanzaba a rozar su garganta llevaba consigo un acompañante, -había pasado por él a su cueva de metal pintada de azul- el humo verde.

Cuando llegó el humo a su sangre ya no pudo resistir más. Se fue volando a un lado de él, por el mundo que es casi idéntico al nuestro, sólo que un poco borroso, rodeado de niebla espesa. En dicho mundo sus dudas lo acosaron más de la cuenta; sus inseguridades, pasiones, deseos, miedos y gozos danzaban rodeándolo, asfixiándolo.

Ya no podía más, el no-estar-seguro empezó a invadir todo lo estar-seguro, el miedo se comió a la valentía, y, no conforme, también a la ilusión. Las pasiones resistieron un poco más la batalla, pero al final murieron al ver a la cotidianidad, la más agerrida y temible de las guerreras.

Su pequeño ejército fue asesinado por el de aquél mundo. Cuando regresó a nuestro lado de la realidad venía escurriendo en sangre, pues sus guerreros, a quienes llevaba cargando bajo sus hombros, habian derramado toda su vitalidad líquida en él. Ahora vive desprotejido, sin ejército que lo cuide.

(Esperando que lo leas, aunque casi convencido de que no lo harás).

junio 24, 2009

Muerte

Hace no mucho tiempo, el 2 de Junio de 2009, para ser exacto, mataron a un hombre afuera de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Le dispararon dos veces, creo, y murió.

El hombre era dealer, proveía a la comunidad estudiantil de la UNAM de drogas. Se le podía ver paseando por las islas, presuroso, con una mochila en la espalda. Se detenía, abría la mochila para sacar la preciada mercancía, la ponía en la mano del consumidor, este le daba dinero, se despedían y marchaban por rumbos distintos, pretendiendo no conocerse.

Ahora el hombre está muerto, ya no está.

¿Qué es lo que pienso acerca de esto? No lo sé, hay muchas cosas qué pensar, es difícil tomar partido. Por un lado, el hombre vendía drogas, el negocio es arriesgado, es mucho más probable que alguien que practica ese oficio sea matado por alguien más. Pero, al mismo tiempo, no deja de ser una muerte, aunque haya sido dealer el hombre. La reacción más común ante el suceso es: "pues sí, lo mataron, pero seguramente fue por algo, él se lo buscó", pareciera que la vida de un dealer es menos valiosa que la de un estudiante, yo no lo creo, pienso que las dos vidas son igualmente insignificantes.
¿Es malo que alguien venda drogas en una escuela, específicamente, en la mejor escuela de latinoamérica? Pienso que esta pregunta es vacía, creo que la podríamos sustituir por "¿Es malo que los estudiantes de la mejor escuela de latinoamérica consuman drogas?" y mi respuesta a esta nueva pregunta es: No, no es malo, sólo es.
Ahora bien, el hombre vendía droga porque había quienes le compraban, obviamente. Mataron al hombre por vender droga, presumiblemente porque el homicida quería quedarse con sus clientes. Así pues, ¿los consumidores somos culpables de la muerte del dealer?, cada vez que prendamos un churro, ¿debemos sentirnos culpables por haber matado a alguien?, ¿el churro nos sabrá a entrañas, a culpa, a dolor, a sangre, a plomo? ¿así nos debiera saber? No lo sé, no puedo decidirme en esta cuestión. En algún sentido sí somos culpables de su muerte, pues, al comprar droga, fomentamos el que se siga vendiendo. Pero, en otro sentido, no lo somos, pues no hicimos nada que forzara a alguien a matarlo. Sólo somos consumidores, el único responsable, en este otro sentido, de la muerte del dealer, es el otro dealer que quería acaparar nuevos clientes.

junio 23, 2009

Embriagado

Estoy tan borracho que temo no escribir correctamente, entendiendo por correctamente sin faltas de ortografía, sin omisión de signos de puntuación y conservando el orden que las letras de una palabra deben tener.

A veces, después de matar un cigarro, me gusta acercar las manos a la brasa que danza, intentando no extinguirse, para corroborar que lo acabo de matar. Me gusta sentir ese calor que emana la brasa, pareciera que intenta dañarme, pareciera que es la forma en la que la brasa se revela. El calor qur siento por su culpa hace que me dé cuenta de que yo maté al cigarro, hace que me sienta mal.

Ya, no puedo escribir más. Todo me da vueltas, creo que lo mejor será vomitar.

Te quiero un chingo, carnal Gustavo.

junio 11, 2009

Sin título

-¿Tienes algo?- Preguntó ella, todavía sudando, con esa mirada que denota haber regresado del mundo perfecto, ese que está oculto detrás de una puerta cuyo cerrojo demanda rasguños, movimientos acompasados, gemidos, fluídos, caras de expresiones casi diabólicas y algunas otras cosas para ceder.

-No, nada- Dijo él, también sudando, pero por una causa diferente. Él sudaba por haber tenido que cargarla hasta el pórtico de aquella puerta, por haber tenido que esperarla afuera. Sudaba al intentar recordar cómo era aquél mundo, que muchas veces había recorrido con ella tomado de su mano (aunque nunca fuera realmente el mismo mundo el que percibían los dos, pues era un mundo subjetivamente perfecto), y no poder hacerlo; sudaba al sentirse incompleto, al saberse con el hueco que ahora ella tampoco podía llenar.

junio 07, 2009

Metallica

Ayer, 6 de Junio de 2009.

Llegamos al foro Sol mi primo Juan, Enrique, Gloria, Iván y yo. En la entrada, donde hay miles de puestos con tazas, encendedores, pulseras, playeras y demás, Enrique y yo nos pusimos a buscar playeras, él quería tres, dos para uno de sus primos y una para él, yo sólo quería una, para mí. Caminamos sin rumbo, entre miles de personas de negro, barbudas, con cara de malotes (y algunas otras con cara de "tengo mucho varo y voy a poder decir que vi a metallica aunque no me sepa ni una rola"), compramos las dichosas playeras (la mía del "...And justice for all") y ya cuando estábamos suficientemente lejos del grupo con el que veníamos, lo suficiente para preocuparnos por buscarlos, la vi, a ella, a Zombie, mi mejor amiga de toda la vida (sólo a partir de que la conozco), nunca pensé encontrarla entre tanta gente, pero sí, nos vimos, sin planearlo, sin ningún mensaje de por medio; nos abrazamos, yo aún sin creer que era ella, y compartimos nuestra emoción de poder ver a Metallica en un par (que resultaron como dos pares) de horas (ella los vería por segunda vez).

Me despedí de Zombie, caminamos otro rato (ya el grupo de gente completo), nos detuvimos a comprar agua y refresco para después seguir nuestro caminar, ahora sí hacia la entrada que nos correspondía. En el camino volví a encontrar a Zombie, nos acompañó un rato en nuestro peregrinar (ella no entraría a esa hora sino más tarde) y, ya en la entrada para el naranja B nos despedimos, ahora si para no vernos; me dió la bendición que se debe dar antes de entrar a ver a una banda tan chingona como Metallica (esa bendición que es muda, que sólo se expresa a través del brillo de emoción de sus ojos) y entré con la comitiva original.

Después de haber ido por unas chelas (yo no, quería estar completamente sobrio) fuimos a nuestros respectivos lugares, esperamos un rato, después esperamos más, sólo que ahora con los ruidos, parecidos a interferencia, que salían de las bocinas por culpa de Resorte y de Avenged Sevenfold. Y ya, silencio, platicamos, esperando a que Metallica hiciera su aparición. Cada vez que se escuchaba un acorde o nota suelta del tipo que estaba arreglando el desmadre del audio, la gente volteaba y proferían un grito que demandaba la salida de Metallica. Así estuvimos hasta las 9 y media (más o menos) cuando escuchamos los acordes iniciales de Creeping Death y nos levantamos de las sillas. Todos perdimos la apuesta de con cuál rola iban a empezar. El inicio del concierto tuvo mucha energía: Creeping Death, For Whom The Bell Tolls, Ride The Lighting, Disposable Heroes, One... Luego tocaron alguna de su nuevo disco, ese fue el momento que ocupé para revisar mi celular, tenía un mensaje con olor a Vainilla, me llenó de felicidad, lo respondí justo a tiempo para escuchar The Memory Remains, ya no podía hablar y el cuello empezaba a doler.

Sad but true... aunque esta vez era cierto y chingón, estaba viendo a Metallica y aún podía percibir el ligero olor a Vainilla. Turn the page... eso haré, quiero dejarme inundar por ese bello olor, dejar atrás lo demás. All Nightmare Long, me gusta, y el video me recuerda a un cuento de Lovecraft. Después alguna otra, y luego... Master, ya no podía cantarla a gusto, la garganta me ardía. Algunas rolas me faltarán, o no recuerdo el orden exacto, como con No Remorse, pero el concierto estuvo de huevos.

A la salida nos encontramos a más gente conocida, a Tom y a Ojos, otra coincidencia muy agradable, los dos estaban roncos y con los ojos llorosos, dicen que en One la marea de lágrimas fue incontrolable. Después de despedirnos de ellos dos caminamos y caminamos, hasta tomar un taxi que nos llevara a casa de Ivan (Enrique se había ido antes de tomar el taxi, iba para otro lado), Iván nos hizo el favor de robarse el auto de su madre para ir a repartirnos a nuestras respectivas casas. Una vez que llegué a la mía, chequé mi correo para encontrarme con la agradable sorpresa de un mail de Vainilla, muy bello, hizo que mis manos sudaran.

La noche del sábado y la madrugada del domingo serán inolvidables.

junio 06, 2009

Viejos tiempos

Platicando con los viejos, antiguos amigos (no en sentido peyorativo) me di cuenta de algo, del paso del tiempo, sin tregua. Pareciera que fue hace muchos años que anduve por la prepa, aunque sólo ha pasado uno; se sienten distantes las mañanas sin entrar a clase, las mañanas en las que un buen desayuno era suficiente para ponerme contento; se sienten distantes las horas en las que platicaba con ellos de cualquier tontería y reíamos como locos; se siente distante mi primer gran borrachera, la primera vez que reí sin control por fumar, la primera vez que me enamoré, la primera vez en la que me di cuenta que los hermanos no necesariamente lo son por compartir sangre, se sienten distantes todos los recuerdos...

Hace tiempo que no los veo, empieza a pesar el haberme ido sin despedirme, la distancia, el miedo a perderlos; creo que hemos tomado rumbos muy distintos, tal vez irreconciliables. Aún me conforta una idea: algún dia los volveré a ver a todos... en el infierno.

junio 04, 2009

Cortito

No quiero que todo sea lavable, quiero que haya algo eterno, inmutable, algo verdadero. Eso quiero, eso busco, pero se rehusa a ser encontrado.

¿En dónde está?

junio 02, 2009

De noche

¿Se supone que debo ser un... “alguien”
...que debo hacer algo de mí mismo?
Prefiero sacudirme este sueño
un largo rato...

Me resulta más sencillo este silencio,
es tonto pretender que soy un sabio
prefiero arañar algunos blueses
un largo rato...

Así transcurre la noche, con una cerveza al lado de la lap, escuchando el magistral blues de Real de Catorce, con mucha tarea por hacer y con el cerebro inundado por tu recuerdo, por esa última plática virtual que tuvimos hace un par de horas, por esas ansias de volver a verte, de volver a olerte, de volver a jugar a adivinar qué es lo que me quiere decir tu mirada. Así va muriendo la noche, parece aullar a través de la armónica de José Cruz.

Delicado para una garganta no tan delicada, de momento un bostezo, de momento un bosquejo, de momento perplejo, perplejo al darme cuenta, al saberme melancólico, melancólico porque ya no estás, porque no hay otra cosa mas que un listón y un collar, roto; prometí arreglarlo, no lo haré.

Con el hueco por saber demasiado, por no saber nada, por pretender ser sabio... un largo rato.

Con la ilusión de doblar el tiempo, de jugarle una trampa; quedan pocos días para entregar las tareas, los trabajos, quedan pocos días para escuchar música, para leer, para llorar, para pensar, para no hacer nada, para hacerlo todo, quedan pocos días. No hay que dormir, no tiene caso si estoy solo, si estoy acompañado no lo puedo hacer de todas formas; tomar café, fumar, tomar alcohol, no dormir.

Con el olor a pies mojados, con el olor a no haberse bañado hoy, con el olor a cigarro, a alcohol, a café, a blues, a Descartes. Con el dolor.

Así se muere la noche, poco a poco, despacito. Así se muere, así se debe morir, con la noche.

mayo 28, 2009

Listón

Es negro, ¿por qué? ¿es un símbolo de luto? No lo creo, dijiste que no estás muerta, sólo estás un poco lejos; ¿es que eres oscura como él? Aún no lo sé, tal vez no seas oscura, sólo tengo una impresión un poco turbia de tí, me falta saber muchas cosas, pero ¿en verdad las quiero saber? no lo sé, por ahora no, no es que no quiera saberlas, es que no siento que sea necesario.

Me gusta tu sonrisa, puedo adivinar algunas cosas en ella, seguramente no son más que ilusiones mías, pero aún así se siente bien.

Tengo miedo, mucho; pero bueno, ya no hay marcha atrás, espero que el iceberg esta vez no hunda ningún barco.

mayo 25, 2009

¿Y ahora qué se hace?

Después de darse cuenta de la contingencia del ser humano, de que todo, o está encerrado en signos de interrogación o, aún peor, en comillas; después de no encontrar, después de sentirse solo, de haber contemplado la belleza y saberla perdida; después de haber entendido lo insignificante que se es, después de la muerte de Dios; después de haber tenido los pulmones destrozados, el hígado sangrando, el cerebro disminuido; después del andar errante, de haber intentado dominarlo todo sin haberlo conseguido; después de haberse sentido moralmente culpable sin saber porqué, de tener una buena (o muchas) razón(es) para sentirse moralmente culpable y no haberlo hecho. Después de todo eso, ¿qué se hace? Supongo que nada, lo mismo de siempre: comer, dormir, cagar, coger, ir a la escuela, leer, escribir, tomar, fumar, andar, sólo que ahora con ese hueco implacable, con esa desazón, con un dedo metido en el culo, eternamente sodomizado por el disgusto.

mayo 20, 2009

Seek (¿sick?)

¿Qué estoy buscando? No lo sé, pero estoy seguro de no haberlo encontrado, algunas veces pienso que nunca lo encontraré, algunas veces preferiría dejar de buscar, pero de repente no, de repente debo seguir buscando. Desgastante.

Pensé encontrarlo en el fondo de un vaso, lo imaginé impregnado de alcohol; pensé encontrarlo al rebuscar entre colillas y ceniza, un poco opaco, como si acabara de entrar por una chimenea; no tuve duda de que mi búsqueda culminaría en los brazos de ella (de nadie, de esa ella que es todas, que es cualquiera), entre besos y caricias estaría eso, lo que busco, un poco aturdido; seguí buscando, ahora dentro de una vagina, búsqueda infructífera, imaginaba encontrarlo dentro, arropado en la tibia humedad, no fue así; en un ano, tal vez sólo buscaba mierda... No, no estaba buscando mierda y lo que buscaba tampoco estuvo ahí.

¿En dónde está eso que busco? ¿Qué busco? No sé.

abril 16, 2009

Palabras

Desde "buenos días", "¿cuánto es?", "gracias", hasta "¡Vete a la mierda!", "¡Te odio!", pasando por todos los "te quiero", "te amo", "te necesito", todas las palabras son farsantes, vacías,condenadoras, peligrosas, afrodisíacas, alucinógenas, flamables, básicas, ácidas, dulces, rojas, negras, amarillas, irreversibles, verdugas.

Prostituyendo el mito del andrógino a cambio de sexo, esgrimiendo filosas críticas para destrozar al hermano (excepto al Gran Hermano), fumando "a", "m", "o", "r" para idiotizarme, amando a algunas, violando a otras, durmiendo sobre la almohada de palabras rotas, de jotas sin punto, de pensamientos desechos, triturados todos por el dormir inquieto que me acosa, comiendo haches para saciar el hambre sin sonido, escuchando palabras casi ininteligibles saliendo de las bocinas del estéreo cuando el láser quema sin piedad la cara de un disco de Behemoth, escapando de los signos de interrogación sólo para caer dentro de los de admiración, sin saber aún cuál es preferible; así vivo, así sobrevivo, así pienso, así existo, así muero. Palabras, putas hermosas.

marzo 29, 2009

Vamos a jugar

Vamos a jugar a estar solos tú y yo, a armar nuestro propio mundo. Quiero perderme contigo, y en tí. Vamos a llevar el cobertor a todos lados, a pasear por todo el universo cubiertos por él; vamos a meter a todo el universo debajo de nuestro cobertor.

Dices que puedes imaginar cómo seré en 20 años, yo no puedo imaginarte, no lo quiero hacer, quiero pensar que siempre serás como eres ahora, quiero hacer eterno este lapso de tiempo. Me gusta estar contigo, ahora. Me gusta poder entrar al refugio de caricias delicadas, de oídos comprensivos, de besos dulcemente afilados, de senos perfectos, de pasos firmes y seguros, de abrazos mágicos, que pueden sostenerme para no caer o asfixiarme hasta el desmayo, de ojos expresivos, de palabras inteligentes, de manos curiosas. Aprecio el refugio, en él puedo resguardarme de las tormentas de inseguridad, de los sismos de principios, de las inundaciones de tristeza, de los ataques de lo cotidiano, de los incendios provocados por ira y arrebatos.

Haré licor de tu saliva, recorreré embriagado tu cuerpo, tierra poco explorada por mí, me maravillaré de los detalles que he dejado pasar en las visitas previas. Encontraré el sendero que llega a tu corazón, aquél lleno de hierba peligrosamente alucinógena, cortaré un poco de tu piel y haré un churro. Me conduciré, con la droga perfecta (envuelta en papel de lunares) en la mano izquierda, hasta llegar a tu sexo, y la prenderé con el calor que este despide. Cuando lo termine, cuando tu hierba recorra mi torrente sanguíneo, entraré en un delicioso letargo, donde nada más importa, donde voy a querer permanecer eternamente.

Quiero un mundo nuevo, quiero ser un refugiado, quiero ser explorador.
Juguemos, por favor.

marzo 04, 2009

Autoestima

-Hola- Dijo él, con voz nerviosa.
-Hola- Contestó ella.

Se besaron, se mordieron, se lamieron, hicieron el amor, fumaron mota, tabaco. Él despertó primero y salió apresuradamente de aquella habitación, dejando sobre el buró 800 pesos, precio justo, según él, por coger con una mujer de la mitad de su edad a la que no le importaba que fuera un fracasado.

febrero 19, 2009

Utopía

Construye un nuevo mundo. Toma el resplandor de la luna llena y llévatelo para iluminar las anchas avenidas que nos lleven a tu castillo. Roba el aroma del bosque y úntalo en todos los edificios, así la vida laboral será menos incómoda. Invita a todos los humanos a tu nuevo mundo y mata a todos los indignos en la entrada, para poder beber su sangre y comer sus cuerpos y así conservar esa idiotez inherente al ser humano, necesaria para no volvernos dioses y vernos obligados a rechazar los placeres carnales que estés dispuesta a darnos.

Cuando vivamos ahí, te debes encargar de sobrevolar eternamente el lugar,en busca de gente débil, gente ingrata que no aprecie tus obsequios, tomar sus cabezas y arrancarlas de sus cuerpos. Tendrás por mascotas a dos buitres, que se podrán transformar a su antojo en cualquier otro animal, excepto en caballos; ellos te ayudarán a cuidar de nosotros, reportando cualquier anomalía que pudiera existir.

Dos veces al día extraerás leche de tus senos, ésta nos alimentará y curará nuestro cansancio, provocado por el exceso de placeres que nos procuraremos día y noche. Las personas más destacadas y más fieles a tu gobierno podrán gozar el tener sexo contigo, siempre observando un papel sumiso para contigo.

Todos los habitantes seremos libres, pero no iguales. La gente seleccionada para vivir entre nosotros, no por sus capacidades intelectuales, sino por sus capacidades serviles, deberá procurar nuestra felicidad; no por esto serán infelices, pues también vivirán bajo tu manto.

Esperaré con ansias que lo hagas, que construyas el mundo ideal, que nos llames a vivir ahí. Tengo la esperanza de que escuches mi petición, diosa Lujuria, señora de cuantos hemos tenido el placer de conocerte.

febrero 16, 2009

Dama

Estoy furioso, mi corazón se siente rasgado. Ya no puedo más.

Tenía todo planeado, íbamos a ser exclusivos del otro, aunque el lugar estuviera repleto de gente sólo habríamos estado tú y yo, el uno para el otro. El alcohol y la hierba tienen aturdido mi cerebro, busco tu olor en el humo, tu sabor en la cerveza, nada resulta. Quisiera poder volver a verte, ahora, platicar como aquél día, reír mucho, tomar cerveza y dejar que su calor nos invitara a buscar el nuestro, llegar a tu automóvil, vernos como si fuéramos dos adolescentes, perderme en tus ojos, sentir que nada más existe afuera, dejar que me besaras.

Ahora un sentimiento me carcome: me usaste, no querías nada más de mí, sólo pasar un rato agradable. Por lo menos espero que estés satisfecha, dama come corazones, dama devora ilusiones, dama fantasma, dama ilusoria.

febrero 02, 2009

Difícil ser Dios

Termino de leer un libro, tiene una carga bastante pesada (por lo menos para mi pobre cerebro) de filosofía. Sudo frío, el corazón está acelerado, pero por fin he terminado de leer el eufemismo de 250 hojas de Señorfilósofo. Ahora soy un poco menos ignorante, Señorfilósofo ha quitado un par de telarañas de mis ojos.
Dios es sabio, conoce el pasado, el presente y el futuro. Ahora entiendo, Dios no es del todo malo, sólo gusta de descargar su tensión por saber tantas cosas, en mí. Si yo estuviera en su lugar haría lo mismo...

enero 25, 2009

Sigo siendo

Sigo siendo "Eduardo", después de varios años, de bastantes experiencias juntos, de sentir que nunca voy a conocer a alguien parecida a ella, de haber tomado dos o tres veces hasta perder la conciencia por su culpa. Ahora siento que así voy a permanecer, siendo "Eduardo" solamente. He perdido las esperanzas.