marzo 02, 2012

Palabras limítrofes

Son las que revelan la parte de atrás, lo oculto. Es difícil decirlas, parece más adecuado reír nervioso. Ahí está todo, todo todo

julio 05, 2011

"Si Dios perdona, el tiempo no"

Ya pasó casi un año desde la última entrada del blog. La verdad es que debió pasar más tiempo: no es que alguna vez haya escrito algo verdaderamente bello, pero las últimas entradas de plano si están bien pinches, nunca debieron existir; pero ni modo, ahí están. Dejé de postear porque me sentía incapaz, porque el cerebro andaba bien seco, porque me di cuenta de que lo que su servilleta escribía no hacía ninguna diferencia en el mundo (lo confieso, antes pensaba lo contrario).

Un año sin postear, tres de entrar a la hermosa facultad, dos y medio de pachequear fervorosamente, "como si fueras nomás para un día", diría la jefa; como año y medio desde la última vez que me enamoré, otro año y medio de haber escuchado una rola de esas que ocupan un lugar especial en la memoria. Dos o tres semestres de no clavarme realmente haciendo un trabajo de la escuela, como ocho meses de haber cortado voluntariamente la comunicación con mi hermano, el que siempre está ahí apoyando. Veinte años y medio (un poco más) de haber nacido y como doce de (conscientemente) hacerme daño, cada vez más duro... Chale, nomás no salen las cuentas. Y después de todo, mi mundo sigue girando en torno a los mismos malviajes, a las mismas cosas que me han atormentado desde niño. Igual y han ido cambiando un poco, más bien matizándose, pero desde la pubertad (tal vez), cuando adoptaron su forma última, no ha habido un cambio sustancial en ellas. Las cuestiones con las que me enfrento no son diferentes a las que enfrenta una teen de 14. 

Pero parece que vamos saliendo poco a poco del bache, ahora sí. Por eso el regresar a teclear idioteces, por puro placer. Andar limpio (salvo un par de tropezones) tiene sus recompensas: ya he vuelto a soñar, y eso rifa mucho. No sé si alguna vez pueda volver a los sueños de la infancia, a salirme de mí mismo y andar dando el rol por toda la casa, rebotando en las paredes y viéndolo todo, pero soy optimista. Aunque nunca más pueda experimentar esos viajes no importa tanto, los sueños actuales no se quedan tan cortos de aquéllos.

El más grande placer que existe es cagar, pero para poder hacerlo primero hay que comer. Comer es un acto social (no del todo, claro está, sin embargo, un factor importante de comer es hacerlo con alguien. Comer crea vínculos en las personas), pero cagar no: a pesar de que "un mexicano nunca mea solo", la mayoría de la gente caga sin compañía. A la banda le gusta que uno le invite de su comida y uno gusta de ser invitado a comer. En cambio, nadie quiere que lo embarren de mierda ajena, es más, todos nos cuidamos de batirnos con la propia. Existe el dilema este de si "comer para vivir" o si "vivir para comer", yo creo que el dilema no es tal, el verdadero desmadre consiste en "comer para cagar". ¿Y qué pasa cuando uno la caga demasiado? Primero, adelgaza (recuerden la dieta de la ballena, del Chef Ornica: "sentarse en la taza hasta dejarla llena"). Luego, se corre el riesgo de batir a los demás y, por ende, ganarse su desprecio. Por último, existe la posibilidad de llegar a un callejón sin salida: cagar y cagar, cagarla, cagarse, andar de mierdero y no hacer otra cosa; así de cabrón es esto de las cacas. Al principio uno se siente la gran caca, después, poco a poco, se va perdiendo color, consistencia, cantidad. Ya no hay grandes mojones, sino pequeños hilitos más bien acuosos, verdosos y con olor a entraña. Pero, como es necesario comer para cagar y uno deja de hacer todo por andarla cagando, llega el punto en el que ya no hay más caca que hacer, en el que la única solución es comerse su propia mierda para seguir cagando. Aún así el viaje debe terminar en algún momento, cuando ya ni siquiera hay caca qué comer, cuando ya no se puede cagarla más. Es ahí cuando hay que detenerse, ver por encima del hombro, recapitular un poco.

agosto 31, 2010

Nada importante

Cuando iba en la secundaria, mi carnal Rodrigo me "regaló" (dejó en el baño) el 1984 de George Orwell. "Yo creo que te va a gustar", me dijo mi carnal. Y si, así fue, me gustó mucho, fue el libro que hizo que me diera cuenta de que los libros eran una de las cosas más chingonas del mundo.

La neta ya no me acordaba de casi nada, ni siquiera del nombre del protagonista. Por eso decidí volver a leerlo, en eso ando. El libro que me regaló Rodrigo se lo presté a mi cuate Gustavo, y con eso de que "es pendejo quien presta un libro, pero más quien lo devuelve", nunca lo volví a ver (al libro, no a mi cuate), por eso lo fui a comprar a la Feria Latinoamericana del Libro de Tulancingo (y no, en la feria no había libros latinoamericanos que versaran sobre Tulancingo, como el nombre haría suponer). Está re bueno, aunque ahora también me doy cuenta que las traducciones de Grupo Editorial Tomo son bastante malas, digo, tampoco se puede pedir mucho de un libro de 20 varos (aunque no debiera ser así. En un mundo mejor los libros serían mucho más baratos). Orwell de momento parece profeta.

Lo que pasan en la tele (por lo menos en la abierta) cada vez está más feo. Ahora televisa tiene un canal en el que pasan noticias todo el día y el Canal Once, que era el menos peor, es una mierda. Creo que es el momento de dejar de ver tele para siempre.

En uno de esos momentos en los que la lap secuestra mi cerebro y me es imposible despegarme de ella; en esos momentos en los que una página te lleva a otra, esa a otra y así, ad nauseam, llegué a la página del Poli. Resulta que hay una convocatoria (me parece que desde por ahí por Mayo o algo así) para reformar su Reglamento General de Estudios, y se está convocando a la comunidad estudiantil a participar, "Hagamos todos el Reglamento General de Estudios", dicen.

Miren, aquí está la convocatoria. Si bien, viéndola con mirada indulgente, no está mal redactada (solamente le falta pulido, por decirlo de alguna forma), lo que me parece imperdonable es la faltota de ortografía: "HAS click aquí".

agosto 20, 2010

Cachorros

En las vacaciones, mi perrita tuvo cachorros, 6. Nacieron el 27 de Junio. Ahí si alguien quiere quedarse uno, me dice, y se lo doy :).
Ya nomás hay 5, uno ya se lo llevaron (de los 6 que me quedaban...). Son 4 hembras y un macho. Son de raza única, como dicen los comerciales de Pedigree, i.e. mestizos. A mí me parecen muy bellos:


El de la primer foto es el macho, las otras son hembras.

Entonces ya saben, si quieren uno me dicen. Si saben de alguien que quiera uno le dicen y me dicen.

agosto 11, 2010

Hola

Hace rato pasé por la Muela y, como casi siempre que paso por ahí, me pregunté: "¿qué será la Muela?"

Ésto es, bueno, eso era, ahora ahí dan clases de ajedrez, iré a ver qué pedo. Eso de la pared que deja pasar los rayos cósmicos está chingón.

Voy a ver Watchmen (antes me lavaré los dientes), ya me la han recomendado bastante. Ahora sí escribiré pronto, ya verán :)

julio 07, 2010

Sigo vivo

Hola.
El tiempo pasa muy rápido y ya ha pasado un mes desde la última vez que escribí algo por acá, chale. Sigo vivo, aún estoy en mi pueblo Tulancingo y prometo que ahora sí, pronto, habrá algún escrito cotorro.
Podría poner muchas excusas: que el pueblo roba mi energía vital, que la paranoia se acentúa muchísimo estando por acá, que hay demasiado fútbol y poco amor por mí mismo, pero la verdad es que nada justifica que no ande escribiendo.

Bueno, ya me voy, a más tardar la próxima semana postearé algo, ¿va?
Saludines.

PS. Oye Lola, ¿si le vas a caer al DFectuoso en este mes?

junio 08, 2010

La Historia Interminable

Acabo de terminar de leer "La Historia Interminable" de Michael Ende, simplemente el mejor libro que he leído. Es uno de esos libros que es requisito, así nomás.

La neta es que no he leído muchos libros y que mi buen gusto ha sido puesto en duda en múltiples ocasiones. Usted,querido lector de este blog, hace bien en dudar de mis recomendaciones, pero le pido que por esta vez me haga caso. En verdad verdad "La Historia Interminable" está muy buena, léala.

mayo 31, 2010

En un ciber en mi pueblo

Ustedes no saben, pero uno de mis vicios es jugar Street Fighter EX 2. Hace rato estaba jugando, pero perdí humillantemente, por eso vine a postear que perdí humillantemente.

Y ya, no hay nada más, salvo esta rola, del grandioso Agustín Lara.
Saludines desde mi pueblo a toda la banda.

mayo 20, 2010

"Salud" en el Once

Estoy viendo el once, "Las mañanas del Once", creo que así se llama. Es como el programa "Hoy" de Televisa, nomás que un poquito menos pendejo. El Canal Once cada vez es menos canal-cultural-universitario y cada vez más canal-clasemediero-pretencioso. Ha cambiado extremadamente rápido: hace apenas unos dos meses, todos los miércoles a las once y media podíamos ver documentales excelentes; ahora vemos una serie canadiense (creo) de una morra treintona, soltera y perdedora que conoce a un terapeuta (que toma citas del Facebook de Platón, Spinoza, Freud y Einsten y las dice cada dos minutos) que le ofrece cambiarle la vida. De pronto la morra vuelve a vivir sus momentos estresantes del pasado, y como que tiene la misión de cambiarlos.

[Sé que en estos momentos cualquiera que esté leyendo esto sabrá que soy una nena, que me paso las mañanas viendo programas hechos para señoras (parece que ahora las noches también, valgo verga) y que, además, lo disfruto. Pero no me importa, porque a lo que voy es algo bastante curioso y gracioso, y me parecía precio justo a pagar por escribir sobre ello (además, las personas que me conocen ya saben que soy una nena, las demás personas no importan (bueno, si es que hay alguien que lea esto y que no me conozca (aunque lo que sí estaría muy chido sería conocer a alguien acá bien vergas que leyera esto, que no me conociera y que me quisiera conocer. Pero esto ya no pasará, pues si esa persona leyera esto sabría que soy una nena y que no sería interesante conocerme)))]

El punto es que en el programa este del once, en la parte "Salud" (donde una mujer treintona se pone a platicar con "especialistas" sobre temas que preocupan a la banda clasemediera (antes no era así, hay que recordarlo)), hoy salieron unos tipos de medicina ayurveda. Decían que la medicina ayurveda está basada en un conocimiento muy antiguo que había sido olvidado por muchos y subestimado por el resto, pero que un carnal de nombre extraño que, según ellos, es el "más eminente maestro de la Ciencia Védica", lo había rescatado para que la banda de occidente pudiera gozar de él (del conocimiento, no del maestro). Dijeron que ellos creen que el espíritu y el cuerpo están conectados, que el último es continuación del primero (seguramente con otros términos, pero eso es como la idea central). Ellos sostienen que el gran problema de la banda actualmente es que no sabemos escuchar a nuestro cuerpo, que él siempre nos está mandando señales de lo que necesitamos corregir para estar mejor (fundamentalmente en lo concerniente a la alimentación), pero que nosotros nomás no escuchamos. Ofrecieron que si hacíamos caso a su sabiduría y nos animábamos a ir a consulta con ellos, podríamos arreglar todos nuestros problemas (¡como el terapeuta de la serie de anoche!).

Según yo, el Once aún intenta mantener su tan famosa pluralidad, por eso, además de invitar a sus invitados (válgase la redundancia), se preocupan por investigar sobre el mismo tema que los invitados tratarán, con otras personas. Pasaron a una mujer que era estudiosa en un instituto de medicina alternativa (no recuerdo cuál) que nos mostraba cómo se realizaba un masaje ayurveda. Se veía bien el masaje (con aceitito, por toda la espalda, estimulando las regiones donde están los chacras; al final te dejaban caer unas gotas de aceite en la frente por un buen rato, con la intención de que eso ayudara a inducirte en algún estado de conciencia placentero), dijo que era el precursor de una técnica moderna para drenar el sistema linfático.

Luego regresaron con los invitados. Es costumbre en ese programa que se lean los mensajes que dejan los espectadores cuando llaman por teléfono. La primera fue fácil: "¿La migraña puede ser atendida con medicina ayurveda?" "¡Claro! Lo fundamental es escuchar a tu cuerpo. Muchas veces la gente cambia su alimentación y experimenta, literalmente, un cambio de vida. Los dolores de cabeza disminuyen en frecuencia e intensidad". Luego siguieron platicando invitados y conductora. La invitada (eran una mujer y un hombre) aprovechó para hacer promoción a su libro, diciendo que en él se contenían muchas de las enseñanzas ayurvedas. Desgraciadamente "tenemos que ir a un corte. Regresamos aquí, a tu programa Salud".

Siguió el programa. Otra pregunta: "Hace 8 meses tuve un aborto. Desde entonces he estado subiendo mucho de peso. Quisiera saber si la medicina ayurveda me puede ayudar" [jejeje, la cara de todos expresaba un poco de incomodidad]. "Recordemos que para padecimientos más complicados es necesario que te hagamos un diagnóstico. Es muy difícil dar un consejo por televisión, tendrías que venir a nuestras clínicas". La morra volvió a hablar, la invitada, y de nuevo volvió a presumir su libro. La conductora intentó detenerla, interrumpiéndola, pero se alcanzó a escuchar a la invitada decir "... y tenemos ¡dos! libros gratis". Pusieron en pantalla los teléfonos del estudio y la conductora dijo, con marcado enojo en su rostro: "si tiene alguna duda con los "eventos" que los invitados acaban de mencionar, puede llamar al estudio y les darán todos sus datos [de los invitados]". Jajaja.

Bueno, ya me voy. Sé que no resultó interesante ni divertido el relato, pero a mí me lo había parecido. Mis letras no pueden captar lo sucedido por completo. Aunque seguramente, aunque lo pudieran hacer, el relato hubiera sido igual de chafa. Chale.

mayo 18, 2010

De noche todos los gatos son pardos

... Y ruidosos. 
Chale, ya en este punto no estoy seguro de estar escuchando "mmuuuaaaauu, mmmuuuaaauu", creo que más bien es "aaaaayyyy, aaaaayyyy". ¿Y si Yas tiene razón y los maullidos no son en realidad maullidos, sino los gemidos de una mujer al estar siendo penetrada (o algo parecido (parecido a ser penetrada, no a ser mujer))? Si me masturbo escuchándolos, ¿estaría siendo vouyerista (en un sentido amplio, pues en realidad no estoy viendo nada, sólo escuchando) o zoofílico? Bueno, no importa, de todas formas no tengo pensado hacerlo, y si lo tuviera pensado lo que menos me importaría sería el estatus que adquiriría al hacerlo.

Ah, no mames, la rola de los Caifanes

No me gusta la actitud del Google Chrome: "¡Vaya! parece que Google Chrome no pudo encontrar la página". ¿Parece? Que no mame, ¿por qué no dice: "no puedo cargar la página, soy chafita"?, eso sería más honesto de su parte. "La página no responde, puedes esperar o cerrarla". Vale verga, ya sé, no necesitas decírmelo; también puedo hacer un entripado que me provoque diarrea, o tirar la lap a la basura. [Me acabo de enterar que "entripado" no es tan conocida como imaginaba, por lo menos Lola no conocía esa expresión. Es como hacer un coraje y quedárselo, en las tripas].

- "¿Cómo estás? ¿Bien? ¿Andas en el DF? ¿Estás ocupado?"
- ¿Por qué tantas preguntas?
- "¿Te molesta?"
- ...

Ya, a dormir (o a jugar Metroid Prime, aún no lo decido) (Me gustan los paréntesis).