agosto 31, 2010

Nada importante

Cuando iba en la secundaria, mi carnal Rodrigo me "regaló" (dejó en el baño) el 1984 de George Orwell. "Yo creo que te va a gustar", me dijo mi carnal. Y si, así fue, me gustó mucho, fue el libro que hizo que me diera cuenta de que los libros eran una de las cosas más chingonas del mundo.

La neta ya no me acordaba de casi nada, ni siquiera del nombre del protagonista. Por eso decidí volver a leerlo, en eso ando. El libro que me regaló Rodrigo se lo presté a mi cuate Gustavo, y con eso de que "es pendejo quien presta un libro, pero más quien lo devuelve", nunca lo volví a ver (al libro, no a mi cuate), por eso lo fui a comprar a la Feria Latinoamericana del Libro de Tulancingo (y no, en la feria no había libros latinoamericanos que versaran sobre Tulancingo, como el nombre haría suponer). Está re bueno, aunque ahora también me doy cuenta que las traducciones de Grupo Editorial Tomo son bastante malas, digo, tampoco se puede pedir mucho de un libro de 20 varos (aunque no debiera ser así. En un mundo mejor los libros serían mucho más baratos). Orwell de momento parece profeta.

Lo que pasan en la tele (por lo menos en la abierta) cada vez está más feo. Ahora televisa tiene un canal en el que pasan noticias todo el día y el Canal Once, que era el menos peor, es una mierda. Creo que es el momento de dejar de ver tele para siempre.

En uno de esos momentos en los que la lap secuestra mi cerebro y me es imposible despegarme de ella; en esos momentos en los que una página te lleva a otra, esa a otra y así, ad nauseam, llegué a la página del Poli. Resulta que hay una convocatoria (me parece que desde por ahí por Mayo o algo así) para reformar su Reglamento General de Estudios, y se está convocando a la comunidad estudiantil a participar, "Hagamos todos el Reglamento General de Estudios", dicen.

Miren, aquí está la convocatoria. Si bien, viéndola con mirada indulgente, no está mal redactada (solamente le falta pulido, por decirlo de alguna forma), lo que me parece imperdonable es la faltota de ortografía: "HAS click aquí".

agosto 20, 2010

Cachorros

En las vacaciones, mi perrita tuvo cachorros, 6. Nacieron el 27 de Junio. Ahí si alguien quiere quedarse uno, me dice, y se lo doy :).
Ya nomás hay 5, uno ya se lo llevaron (de los 6 que me quedaban...). Son 4 hembras y un macho. Son de raza única, como dicen los comerciales de Pedigree, i.e. mestizos. A mí me parecen muy bellos:


El de la primer foto es el macho, las otras son hembras.

Entonces ya saben, si quieren uno me dicen. Si saben de alguien que quiera uno le dicen y me dicen.

agosto 11, 2010

Hola

Hace rato pasé por la Muela y, como casi siempre que paso por ahí, me pregunté: "¿qué será la Muela?"

Ésto es, bueno, eso era, ahora ahí dan clases de ajedrez, iré a ver qué pedo. Eso de la pared que deja pasar los rayos cósmicos está chingón.

Voy a ver Watchmen (antes me lavaré los dientes), ya me la han recomendado bastante. Ahora sí escribiré pronto, ya verán :)

julio 07, 2010

Sigo vivo

Hola.
El tiempo pasa muy rápido y ya ha pasado un mes desde la última vez que escribí algo por acá, chale. Sigo vivo, aún estoy en mi pueblo Tulancingo y prometo que ahora sí, pronto, habrá algún escrito cotorro.
Podría poner muchas excusas: que el pueblo roba mi energía vital, que la paranoia se acentúa muchísimo estando por acá, que hay demasiado fútbol y poco amor por mí mismo, pero la verdad es que nada justifica que no ande escribiendo.

Bueno, ya me voy, a más tardar la próxima semana postearé algo, ¿va?
Saludines.

PS. Oye Lola, ¿si le vas a caer al DFectuoso en este mes?

junio 08, 2010

La Historia Interminable

Acabo de terminar de leer "La Historia Interminable" de Michael Ende, simplemente el mejor libro que he leído. Es uno de esos libros que es requisito, así nomás.

La neta es que no he leído muchos libros y que mi buen gusto ha sido puesto en duda en múltiples ocasiones. Usted,querido lector de este blog, hace bien en dudar de mis recomendaciones, pero le pido que por esta vez me haga caso. En verdad verdad "La Historia Interminable" está muy buena, léala.

mayo 31, 2010

En un ciber en mi pueblo

Ustedes no saben, pero uno de mis vicios es jugar Street Fighter EX 2. Hace rato estaba jugando, pero perdí humillantemente, por eso vine a postear que perdí humillantemente.

Y ya, no hay nada más, salvo esta rola, del grandioso Agustín Lara.
Saludines desde mi pueblo a toda la banda.

mayo 20, 2010

"Salud" en el Once

Estoy viendo el once, "Las mañanas del Once", creo que así se llama. Es como el programa "Hoy" de Televisa, nomás que un poquito menos pendejo. El Canal Once cada vez es menos canal-cultural-universitario y cada vez más canal-clasemediero-pretencioso. Ha cambiado extremadamente rápido: hace apenas unos dos meses, todos los miércoles a las once y media podíamos ver documentales excelentes; ahora vemos una serie canadiense (creo) de una morra treintona, soltera y perdedora que conoce a un terapeuta (que toma citas del Facebook de Platón, Spinoza, Freud y Einsten y las dice cada dos minutos) que le ofrece cambiarle la vida. De pronto la morra vuelve a vivir sus momentos estresantes del pasado, y como que tiene la misión de cambiarlos.

[Sé que en estos momentos cualquiera que esté leyendo esto sabrá que soy una nena, que me paso las mañanas viendo programas hechos para señoras (parece que ahora las noches también, valgo verga) y que, además, lo disfruto. Pero no me importa, porque a lo que voy es algo bastante curioso y gracioso, y me parecía precio justo a pagar por escribir sobre ello (además, las personas que me conocen ya saben que soy una nena, las demás personas no importan (bueno, si es que hay alguien que lea esto y que no me conozca (aunque lo que sí estaría muy chido sería conocer a alguien acá bien vergas que leyera esto, que no me conociera y que me quisiera conocer. Pero esto ya no pasará, pues si esa persona leyera esto sabría que soy una nena y que no sería interesante conocerme)))]

El punto es que en el programa este del once, en la parte "Salud" (donde una mujer treintona se pone a platicar con "especialistas" sobre temas que preocupan a la banda clasemediera (antes no era así, hay que recordarlo)), hoy salieron unos tipos de medicina ayurveda. Decían que la medicina ayurveda está basada en un conocimiento muy antiguo que había sido olvidado por muchos y subestimado por el resto, pero que un carnal de nombre extraño que, según ellos, es el "más eminente maestro de la Ciencia Védica", lo había rescatado para que la banda de occidente pudiera gozar de él (del conocimiento, no del maestro). Dijeron que ellos creen que el espíritu y el cuerpo están conectados, que el último es continuación del primero (seguramente con otros términos, pero eso es como la idea central). Ellos sostienen que el gran problema de la banda actualmente es que no sabemos escuchar a nuestro cuerpo, que él siempre nos está mandando señales de lo que necesitamos corregir para estar mejor (fundamentalmente en lo concerniente a la alimentación), pero que nosotros nomás no escuchamos. Ofrecieron que si hacíamos caso a su sabiduría y nos animábamos a ir a consulta con ellos, podríamos arreglar todos nuestros problemas (¡como el terapeuta de la serie de anoche!).

Según yo, el Once aún intenta mantener su tan famosa pluralidad, por eso, además de invitar a sus invitados (válgase la redundancia), se preocupan por investigar sobre el mismo tema que los invitados tratarán, con otras personas. Pasaron a una mujer que era estudiosa en un instituto de medicina alternativa (no recuerdo cuál) que nos mostraba cómo se realizaba un masaje ayurveda. Se veía bien el masaje (con aceitito, por toda la espalda, estimulando las regiones donde están los chacras; al final te dejaban caer unas gotas de aceite en la frente por un buen rato, con la intención de que eso ayudara a inducirte en algún estado de conciencia placentero), dijo que era el precursor de una técnica moderna para drenar el sistema linfático.

Luego regresaron con los invitados. Es costumbre en ese programa que se lean los mensajes que dejan los espectadores cuando llaman por teléfono. La primera fue fácil: "¿La migraña puede ser atendida con medicina ayurveda?" "¡Claro! Lo fundamental es escuchar a tu cuerpo. Muchas veces la gente cambia su alimentación y experimenta, literalmente, un cambio de vida. Los dolores de cabeza disminuyen en frecuencia e intensidad". Luego siguieron platicando invitados y conductora. La invitada (eran una mujer y un hombre) aprovechó para hacer promoción a su libro, diciendo que en él se contenían muchas de las enseñanzas ayurvedas. Desgraciadamente "tenemos que ir a un corte. Regresamos aquí, a tu programa Salud".

Siguió el programa. Otra pregunta: "Hace 8 meses tuve un aborto. Desde entonces he estado subiendo mucho de peso. Quisiera saber si la medicina ayurveda me puede ayudar" [jejeje, la cara de todos expresaba un poco de incomodidad]. "Recordemos que para padecimientos más complicados es necesario que te hagamos un diagnóstico. Es muy difícil dar un consejo por televisión, tendrías que venir a nuestras clínicas". La morra volvió a hablar, la invitada, y de nuevo volvió a presumir su libro. La conductora intentó detenerla, interrumpiéndola, pero se alcanzó a escuchar a la invitada decir "... y tenemos ¡dos! libros gratis". Pusieron en pantalla los teléfonos del estudio y la conductora dijo, con marcado enojo en su rostro: "si tiene alguna duda con los "eventos" que los invitados acaban de mencionar, puede llamar al estudio y les darán todos sus datos [de los invitados]". Jajaja.

Bueno, ya me voy. Sé que no resultó interesante ni divertido el relato, pero a mí me lo había parecido. Mis letras no pueden captar lo sucedido por completo. Aunque seguramente, aunque lo pudieran hacer, el relato hubiera sido igual de chafa. Chale.

mayo 18, 2010

De noche todos los gatos son pardos

... Y ruidosos. 
Chale, ya en este punto no estoy seguro de estar escuchando "mmuuuaaaauu, mmmuuuaaauu", creo que más bien es "aaaaayyyy, aaaaayyyy". ¿Y si Yas tiene razón y los maullidos no son en realidad maullidos, sino los gemidos de una mujer al estar siendo penetrada (o algo parecido (parecido a ser penetrada, no a ser mujer))? Si me masturbo escuchándolos, ¿estaría siendo vouyerista (en un sentido amplio, pues en realidad no estoy viendo nada, sólo escuchando) o zoofílico? Bueno, no importa, de todas formas no tengo pensado hacerlo, y si lo tuviera pensado lo que menos me importaría sería el estatus que adquiriría al hacerlo.

Ah, no mames, la rola de los Caifanes

No me gusta la actitud del Google Chrome: "¡Vaya! parece que Google Chrome no pudo encontrar la página". ¿Parece? Que no mame, ¿por qué no dice: "no puedo cargar la página, soy chafita"?, eso sería más honesto de su parte. "La página no responde, puedes esperar o cerrarla". Vale verga, ya sé, no necesitas decírmelo; también puedo hacer un entripado que me provoque diarrea, o tirar la lap a la basura. [Me acabo de enterar que "entripado" no es tan conocida como imaginaba, por lo menos Lola no conocía esa expresión. Es como hacer un coraje y quedárselo, en las tripas].

- "¿Cómo estás? ¿Bien? ¿Andas en el DF? ¿Estás ocupado?"
- ¿Por qué tantas preguntas?
- "¿Te molesta?"
- ...

Ya, a dormir (o a jugar Metroid Prime, aún no lo decido) (Me gustan los paréntesis).

mayo 14, 2010

Estoy crudo

¿Alguna vez has fumado tanto que te arde la lengua? No es agradable y supongo que hace bastante daño. 
Me da mucha hueva platicar con la gente por compromiso. 
Las chelas saben mejor cuando se acompañan de una buena plática.
Tengo un amigo que es muy chido, pero no lo veo muy seguido, se llama Luis. Alguna vez ya escribí algo sobre él. Me gusta platicar con él, y ponerme pedo en su casa.

Existen muchas personas que son pendejas (entre ellas me tengo que incluir), pero hay muchas otras que son extremadamente pendejas, pendejísimas. El miércoles conocí a una, desgraciadamente. La tal persona esta, de género femenino, ahí estaba, en el cuarto donde llegué a beber. Saludé: "qué tranza?", beso en la mejilla. [ahorita que escribo esto tengo en la boca un sabor a rábano, no sé por qué] Los primeros minutos fueron normales, no había ningún pedo. Me marcó Yas, me encerré en el baño para poder platicar a gusto. Cuando regresé, ya estaba armado el churro. Fumamos. La hierba sabía muy bien, empezó a hacer efecto. La morra esta no fumó, nomás los otros tres tipos que ahí estaban y yo. Y fue entonces cuando todo empezó a irse en picada.

"¿Y qué estudias?", pregunté, más por una especie de compromiso que por otra cosa.
"Contaduría, ¿y tú?", dijo.
"¿En la Unam?" pregunté.
"Si, ahí en CU", contestó.
"Órale..."

[Los prejuicios son malos, ya sé, pero de algún lado tienen que salir, por algo existen, y esta es mi (extremadamente mal hecha y chafa) teoría: Tenemos un grupo de personas que tienen algo en común, por ejemplo, "estudiar" contaduría. Un sujeto (yo), no tiene acceso al grupo completo de contadores, pero conoce a dos o tres (ya sé que son demasiados, pero así es, ni pedo) y se da cuenta de que esas dos o tres personas comparten, además de un extraño y poco justificable gusto por hacer sumas y restas y llenar hojas y hojas con numeritos que no sirven para dos pitos, otras características (ser pendejísimos, no poder sostener una conversación por más de dos minutos, tener una cultura general-mente nula, y un largo etcétera). Como el sujeto se da cuenta de que el hecho de "estudiar" contaduría y las deficiencias mentales anteriormente descritas parecen acompañarse siempre, el sujeto infiere que existe entre ellas alguna relación causal (aunque nunca se detenga a pensar si las deficiencias mentales causan el "estudiar" contaduría o viceversa). Evidentemente, la inferencia es errónea: primero, porque se presupone la existencia de la causalidad, segundo y más importante, porque la inferencia está hecha sobre un grupo de sujetos que no han sido caracterizados como "sujetos muestra". A este intento de inferencia, a este razonamiento mal hecho, se le llama prejuicio]

La noche transcurrió lentamente, muy lentamente, entre conversaciones francamente estúpidas: "Mi papá trabaja en un partido -decía la morra- y gana muuucho dinero. De un proyecto que deja de ganancias 4 mdp, mi papá se queda con 1, México se queda con 2 y los Estados Unidos con otros 2" [jajajajajajajajajajaja!]. "Yo sé de esos desmadres de derecho de autor, para cuando termines tu rola", le dijo a otro tipo que ahí estaba, y el tipo: "no mames, we, a huevo, ya casi la termino, nomás que ahorita me hace falta una máquina-que-lo-hace-todo". "No hay pedo, le voy a decir a mi papá que la consiga, porque él sabe de esas cosas. Cuando las elecciones del 2006 se le prendió el foco, fue al PRD y les ofreció mandar mensajes a mucha gente para que votaran por el Peje[ndeje]. Ganó mucho varo" [chale, ya estuvo].

Y de ahí empezaron a hablar de política (en esos momentos yo armaba el otro toque, intentando controlar mi extrema inconformidad para no reventarle un par de madrazos a los dos interlocutores. Los otros dos tipos que estaban ahí no hacían mucho, uno estaba acostado, sin hablar, sin hacer un sólo movimiento; el otro bailaba al ritmo de "Don´t stop me now", de Queen). "Entonces tú si eres de las que dice: "con el peje estaríamos mejor"?", pregunté, esforzándome por vivir una de esas experiencias incómodas pero divertidas. "No creo que con el Peje estaríamos mejor, pero si hubiera quedado de presidente, el próximo sexenio nos iba a ir mejor, porque como quedó Calderón, el próximo presidente va a ser del PRI, y vamos a seguir con la misma mierda de siempre". Mi esfuerzo no fue suficiente.

Después la morra anduvo agachándose en todos lados, a la menor provocación, para enseñar las tetas. Yo me fui a dormir.


mayo 11, 2010

Cuando tengo hambre me da por odiar a todo el mundo

La verdad es que odio a todo el mundo casi siempre, pero cuando tengo hambre no me puedo ocultar ese sentimiento.

Bueno, no, no odio a nadie, sólo me incomoda sobremanera la existencia de otras personas a mi alrededor. Me incomodan los niños que hacen berrinche en el pesero (los niños que hacen berrinche en general, pero cuando estoy en el pesero es peor), pero más sus padres, personas inconscientes que no reparan en que el resto del mundo no tiene la culpa de la pésima crianza que dan a sus extremadamente irritantes y ruidosos engendros. Me incomoda la gente que se apoya en mi pierna al subir (o bajar) del pesero. También los hijos-de-puta choferes de pesero (no todos, aunque sí la gran mayoría) me cagan (no, creo que a ellos sí los odio); estos personajes ocupan una de las posiciones más elevadas en mi rankin de personas a las que no se echaría de menos si murieran. 

Otra situación que me irrita es cuando, a pesar de que la gente está viendo que estoy leyendo, que me esfuerzo por desconectarme del mundo, me dice: "Oiga joven, ¿lo molesto si pasa un pasaje?" ¡Claro que me molesta, y un chingo! ¿No ve que estoy leyendo? ¿Acaso no sabe (todos deberían saber) que interrumpir a alguien que lee es casi peor que interrumpir una buena cogida?  Las señoras gordas que se suben al pesero y que se hacen caber a la de a huevo, que todavía se ofenden cuando uno expresa su inconformidad. La banda que talonea. La banda monosa. La banda monosa que talonea. La gente que dice "mas sin en cambio". La gente que se aprovecha de la banda que generosamente ofrece un tren de su mota fumándole un chingo. La música de los ochentas (por lo menos la que pasan en Mix). Israel Jaito-bitch. El payaso que da noticias (López-Dóriga). Las mujeres que de alguna manera simpatizan con el movimiento feminazi (como dijera Olallo).

Ya me voy, después de la terapia.

abril 28, 2010

Fragmentos

"También podría mandar todo al demonio" - Me contestó- "El pedo es que después tendría que ir a buscarlo". Por el messenger, con Ruy

"El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombres". Evo Morales

Crucify This. Family Guy

"El problema de la pederastia debe ser un llamado de atención a la sociedad, pues es muy difícil mantenerse casto y célibe cuando hay tantas situaciones en sentido contrario". Felipe Arizmendi

"La Secretaría de Educación Pública favorece el libertinaje sexual porque en los libros de texto no se da una educación sexual, sólo información genital". Felipe Arizmendi.

abril 23, 2010

¡Jajajajaja!

Si quieres reírte mucho, ve ésto

abril 21, 2010

Me faltan ganas

Tengo tarea que hacer, pero no tengo ganas de hacerla. La neta es que no tengo ganas de hacer nada, ni de escribir esto. ¿Alguna vez has sentido cómo corre por todo tu cuerpo un impulso que te obliga a moverte y, al mismo tiempo, tu cerebro se empeña en ordenar a tu cuerpo que se quede quieto? Así me siento ahorita.

Tenía tiempo que no me sentía así, varios años. Recuerdo que cuando era niño esta sensación me era muy familiar, la sentía con mucha frecuencia. La mayoría de las veces me asaltaba mientras intentaba ir a dormir, me obligaba a mantenerme despierto toda la noche, extremadamente angustiado. 

"Este es mi país y esta es mi gente / Gente buena que trabaja..." escuchaba en aquellas noches de insomnio, no recuerdo si era la tonadita-pegajosa de un comercial de Bimbo o del Gobierno (si sabes te agradecería me dijeras). Chale, era verdaderamente aterrador.

abril 15, 2010

Super Metroid

Cuando era niño (no tiene mucho tiempo, pues apenas soy un chamaco), desde los 6 años, tal vez, aunque no recuerdo con exactitud, hasta como por los 15, fui un gamer de corazón (pronto lo volveré a ser, pues la querida Wii vendrá conmigo al Dfectuoso, cosa que me hace muy feliz). 

Si nos ponemos a hacer cuentas, yo debí jugar N64, o por lo menos PS, pues eran las consolas de mi época, pero no, yo jugaba SNes. No tenía N64, era (soy) pobre. Esto me causaría conflictos posteriormente, bueno, dificultades; la primera vez que jugué un videojuego en Gamecube (The Legend of Zelda - The Wind Waker), la primera vez que mi cerebro se tuvo que enfrentar a un videojuego en tres dimensiones, fue una experiencia bastante extraña y un poco aterradora.

El chiste es que me hice bien fan del Super Metroid. Mi hermano Rodrigo coleccionaba la revista Club Nintendo, tenía todos los números desde el primero del primer año hasta el último del sexto, algo así. Saqué las revistas correspondientes al Metroid, leí reseñas, comentarios, bugs, el famoso "Curso Nintensivo"; terminé muchas veces el juego, muchas: con el 100% de ítems, en menos de tres horas, las dos juntas. Me dediqué a comprobar las cosas raras que otros descubrían en el juego y a descubrir otras. En la revista había un nombre bastante famoso, Ocesse Tellebes, un tipo que era bastante bueno en Castlevania, pero muchísimo mejor en Super Metroid. Según los que escribían la revista, Ocesse les había mandado horas y horas de grabaciones de sus juegos. En ellas podían observarse cosas extraordinarias: la ruta a seguir para terminar el juego con el menor porcentaje de ítems, el intento de jugar más de 99:99 para que el reloj regresara a 00:00, etcétera. Resulta que Ocesse tiene su canal en YouTube

Anoche me encontré ésto, el video de un tipo que termina todo el juego en un poco más de media hora. El tipo es todo un maestro.

abril 08, 2010

Aprendiendo

Creo que todo mundo me concederá que existen algunos episodios de vida que, por decirlo de la forma más bonita, es suficiente vivirlos una vez. En los últimos dos años he vivido muchos episodios de este tipo. Creo que ahora he aprendido algo muy valioso: en cualquier momento se puede presentar uno de estos episodios, eso es un hecho; sin embargo, existen ciertos signos que nos hacen darnos cuenta de que uno de ellos se aproxima.

Si estás en el cuarto de un tipo que te dice cosas como: "¿Te late piñata para nombre de un dealer? Esque quiero ponerle así a uno, pero la neta no sé si esté chido" y "Pues claro, cuando sube la gasolina todo sube porque pues todo se mueve en coche, los boing, el chupe y así", al lado de ti está un tipo acostado, en posición fetal, pidiéndote que no le hables en español, que le hables en papagayo y al otro lado está un tipo con una guitarra, de cabello largo, ojos delineados y arete en la oreja, como una mezcla entre Alex Lora y David Bowie; cuando estás rodeado de estos tipos, decía, sabes que una situación-suficiente-con-vivirla-una-vez se aproxima.

"Cámara, ya me voy", dices, "Acompáñame por un taxi, Alex Bowie" (nombre cambiado en mor del anonimato de mi compa). Sales. En el primer poste de luz que tus ojos perciben encuentras un letrero pegado, "Cámara de vigilancia las 24 horas. No se te ocurra hacer nada malo cabrón, te estamos viendo, siempre, como Dios, como el Gran Hermano", se lee en él. Caminas hacia la esquina; ahí está una patrulla, Alex y tú (yo) caminan (¿caminamos? Ya me hice bolas, chale) por enfrente de ella, la patrulla se jala a dar la vuelta. Esperas, sentado en la banqueta, que un piadoso y de-buen-corazón taxista se acerque y te lleve a casa, sin cobrarte de más; esperas que en el camino te cuente un poco de cómo ve la vida, de qué cambia en el ser humano al vivir siempre de noche, siendo quien acarrea personas, quien une historias, quien puede jugar a ser espectador. Nada, ni madres, no hay ni un taxi-vocho-pirata al cual subirse. Pasan 15 minutos, regresa la patrulla. Se estaciona antes de llegar al tope que tienes a la izquierda, como a dos metros. El policía enciende la madre esa que traen las patrullas, un foco bien potente que alumbra mucho; un intenso dolor recorre velozmente toda tu cabeza, quemando cualquier pensamiento que tuvieras en ese momento, lo último que recuerdas es cómo se iluminó el perfil de la patrulla un instante antes de que la luz fuera lo suficientemente potente como para no dejarte ver. Sacudes la cabeza, empiezas a distinguir la calle, la banqueta, la patrulla. Apenas te recuperas de la lampareada, escuchas un chirrido metálico, como el que produciría la puerta del camper de la camioneta que ha estado enfrente de ti desde que llegaste, pero de la cual hasta ahora has cobrado conciencia, cuando alguien la abriera. La puerta de la patrulla se abre, el policía (imposible describirlo; policía) se baja de ella y camina hacia la camioneta, con un arma en las manos. El policía se recarga de la pared, pone cara de policía-que-sabe-lo-que-hace y se agazapa, intentando vislumbrar al causante del ruido. 

"Creo que lo mejor será quedarme a dormir aquí y ya mañana regresar a casa", piensas. Regresan.

abril 05, 2010

Se terminaron las vacaciones

Entonces hay que regresar al DF, a la gran ciudad. A la ciudad más misteriosa, la más sensual, la más peligrosa; la mejor amante. Hay que entrar de nuevo al metro, la cadena que nos transporta de sueño en sueño, para volver a ver caras con muecas diversas, en las que se refleja el paso del tiempo, en las que algunas veces reconocemos cómplices, otras enemigos. 

Mientras llego a mi destino mis ojos empiezan a fijarse en los detalles. Hay gente que parece estar bien, contenta. Otros son indiferentes, la gran mayoría; han aprendido a no mostrar sus sentimientos, a ser una especie de autómatas; ellos son los que sobreviven de mejor manera aquí. De pronto veo a un hombre, de semblante completamente triste. A través de sus enormes ojos negros, negros como la noche más oscura, podía observarse el gigantesco agujero que aquejaba a su espíritu. Su cara estaba inmóvil, ocasionalmente su ceja izquierda se levantaba repetidas veces, a gran velocidad; era una especie de reflejo que se desencadenaba cuando respiraba más profundamente. El hombre estaba cansado de llorar, parecía estar a punto de desfallecer. Tocaba, con movimientos lentos y armoniosos, su descuidada barba, de tal vez dos semanas. El metro se detuvo en Viveros, el hombre se paró, me dirigió una sonrisa torcida y se fue.


marzo 25, 2010

El sueño


Todo ocurre en la playa. La arena es blanquísima, como polvo de Luna, con cráteres de conchas y caparazones. El Océano, enloquecido sobremanera por su amante nocturna, se contrae y retuerce convulsivamente, se parte el cráneo contra las enormes piedras negras de la orilla, se queja estruendosamente para volverse, retomar fuerzas y arrojarse de nuevo. La Luna, de semblante que mostraría, de no ser por el excelente Sol maquillista, el ligero trazo de preocupación que se dibuja en su alma al ver el constante suicidio de su amante inmortal, disfruta saberse poderosa, brilla en todo su esplendor y pareciera querer apoderarse del trono para siempre.

¡Oh, Luna! A tu nombre, cubiertos por tu manto y bajo tu influjo hemos realizado las más hermosas hazañas. Hemos aullado las penas hasta desfallecer, mojando con nuestras lágrimas tu reflejo, alimentándolo; hemos provocado a la Mantis, intentando inundarla de placer para poder escapar de su beso mortal; hemos robado un poco de la Planta Divina, fertilizada con sangre de culpables e inocentes, buscando estar contigo, en tí; hemos incitado a encenderse a la brasa, con el mismo furor con el que Hendrix hacía crecer el fuego que consumía a su amante, aquélla que gemía con ritmo celestial al estar en contacto con la siniestra mano de su amo.

A tí, Luna, te debemos todo. La forma en la que tocas a Sofía, cómo endureces su pezón, cómo erizas su piel. La hermosa melodía que le haces cantar, enloquecida, húmeda. Sofía nos alimenta con su placer, llueve maná.

Gracias Luna, hermosa como ninguna, amante excelsa, verduga inhumana. Te veneramos, nosotros tus hijos.

marzo 23, 2010

Novedades

El Blog ha cambiado de colores, fuentes, tamaños; ha cambiado de apariencia. Hay nuevos links, hasta nueva información de perfil. ¿Cuál es la razón? No lo sé, de momento sentí las ganas de hacerlo, de modificarlo. También quiero decir que de ahora en adelante escribiré con mayor frecuencia, por lo menos un par de veces a la semana (excepto, tal vez, en semana santa, jojo).

Me he propuesto dar un poco de difusión a este lugar (escribir la dirección en el subnick del messenger me parece suficiente). Agradeceré dejen algún comentario.



Y recuerden, el viernes en el Alicia.


marzo 07, 2010

Domingo en la mañana

Sentado, a la orilla de la cama, con la lap en las piernas, escribiendo.

Esperando. La puerta sigue cerrada.



Ya se abrió. Me voy.

marzo 02, 2010

Feliz, de pronto

Puedo decir, en este momento, que estoy feliz y que, además, lo estoy sin razón. Sucedió rápido, en un parpadeo me di cuenta de mi felicidad. Es bastante extraño.

Ya para la próxima semana escribiré algo un poco interesante, lo prometo.

enero 19, 2010

Me da miedo

Tengo miedo.
Ya pasé algunos días por acá, muy contento, contento como hacía mucho tiempo no estaba. Aún estaré aquí un par de días, después me iré y tardaré mucho en regresar.
Hay que regresar al mundo, y lo que es peor, a mi mundo. Tengo miedo, verdadero miedo. Tengo esa sensación que siempre he odiado, la de no querer regresar a lo cotidiano, la de querer vivir así por siempre: sin tener obligaciones, compartiendo con doña Querida, estando contento.
Me siento mal, pero sé que me sentiré peor mañana y no hay nada que pueda hacer. Vale madres.